El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el nombramiento de Andrew Ferguson, comisionado de la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés), como el próximo presidente de esta agencia encargada de regular la competencia económica y combatir los monopolios.
A través de Truth Social, Trump elogió a Ferguson por su "historial probado de lucha contra la censura de las Big Tech y de protección de la libertad de expresión". Además, destacó su compromiso con la innovación y con poner "a Estados Unidos primero".
Un enfoque agresivo contra las grandes tecnológicas
Ferguson, quien no requiere confirmación del Senado para asumir la presidencia de la FTC, ha sido una figura crítica de las grandes tecnológicas. En declaraciones recientes, afirmó que la agencia debe actuar contra plataformas y anunciantes que conspiren para restringir la libertad de expresión, prometiendo un enfoque más enérgico para desmantelar cárteles que limiten la competencia.
El reemplazo de Ferguson como comisionado, Mark Meador, sí necesitará la aprobación del Senado, según informó Trump.
Fin del mandato de Lina Khan
El nombramiento de Ferguson marca el final del liderazgo de Lina Khan, quien presidió la FTC con un enfoque enérgico contra las fusiones y adquisiciones de las grandes tecnológicas. Durante su mandato, Khan trató de bloquear la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft y presentó demandas contra supuestos monopolios de Google, Meta y Amazon.
Khan fue una figura polarizadora, elogiada por quienes buscan mayor regulación sobre Silicon Valley, pero criticada por magnates como Elon Musk y otros aliados de Trump.
Cambios en la política antimonopolio
La reelección de Trump genera interrogantes sobre el rumbo de la FTC, particularmente en los casos abiertos contra gigantes como Apple y Amazon. Mientras que Khan priorizó la regulación estricta y la fragmentación de monopolios, Ferguson promete un enfoque "pro-innovación" que podría significar un cambio en las estrategias legales de la agencia.
El nombramiento subraya la intención de la nueva administración de alinear la política antimonopolio con su visión de una mayor libertad de mercado y menos restricciones sobre el sector empresarial, aunque manteniendo la presión sobre las plataformas tecnológicas consideradas una amenaza para la libertad de expresión.
La transición en la FTC será crucial para determinar el futuro de la regulación tecnológica en Estados Unidos, un tema central en la economía global y en las tensiones entre innovación y control corporativo.
