Los medios estatales de Corea del Norte, tras días de silencio, emitieron una contundente declaración calificando como "impactante" la reciente declaración de la Ley Marcial en Corea del Sur por parte del presidente Yoon Suk-yeol. La agencia norcoreana KCNA y el diario Rodong criticaron duramente al gobierno surcoreano, describiéndolo como una "dictadura fascista" y señalando que el incidente ha dejado en evidencia la inestabilidad del país vecino.
Denuncias y acusaciones
En su comunicado, Corea del Norte señaló que el decreto de Ley Marcial, aunque suspendido solo seis horas después de su proclamación, "causó estragos en toda Corea del Sur". Según el texto, helicópteros y fuerzas militares, incluyendo unidades del Comando Especial de Guerra del Ejército, se desplegaron para sellar la Asamblea Nacional en un intento por controlar las protestas masivas.
Además, los medios norcoreanos difundieron imágenes de las manifestaciones que tuvieron lugar en Seúl, donde miles de ciudadanos exigieron la destitución del mandatario surcoreano. La KCNA afirmó que "la comunidad internacional observa con severidad lo ocurrido" y que estos eventos revelan "la vulnerabilidad de la sociedad surcoreana".
Contexto de la crisis política
La Ley Marcial, decretada por Yoon Suk-yeol en respuesta a las protestas generalizadas en su contra, desató una grave crisis política en Corea del Sur. La medida, que buscaba restaurar el orden, generó rechazo público y llevó al Parlamento a debatir una moción de destitución contra el presidente, quien logró superar el desafío pero quedó políticamente debilitado.
En una disculpa pública posterior, Yoon reconoció el impacto de su decisión y delegó la tarea de estabilizar al país a su partido político, en un intento por calmar las tensiones.
Reacción internacional y regional
Las declaraciones de Corea del Norte, aunque esperadas por su habitual postura crítica hacia Seúl, intensifican la tensión en la península coreana. En un momento de crisis interna para el sur, Pyongyang busca reforzar su narrativa de que el sistema político de su vecino es inestable y represivo.
La situación sigue siendo un punto de interés para la comunidad internacional, que observa con atención los desarrollos en la península coreana, una región históricamente marcada por tensiones políticas y militares.