Un adulto mayor de 66 años de edad, denunció un presunto caso de robo de identidad y fraude bancario luego de descubrir que un ejecutivo solicitó un préstamo por 375 mil pesos a su nombre en la sucursal de BBVA Bancomer, sin su consentimiento.
El afectado, quien ya estaba por liquidar un crédito de 100 mil pesos, se enteró del nuevo adeudo al acudir a la sucursal a principios de este año.
Según relata, presuntamente fue el propio ejecutivo, identificado como Edgar N., quien le notificó que aún tenía un saldo pendiente de 375 mil pesos. Este dinero, supuestamente, fue transferido a una cuenta de inversión a su nombre, de la cual no tenía conocimiento ni había autorizado su creación.
El adulto mayo también notó descuentos excesivos en su pensión, lo que lo llevó a investigar a fondo. Al cuestionar al ejecutivo sobre el origen del préstamo, recibió como respuesta: "Usted lo pidió".
Sin embargo, el afectado asegura no haber solicitado ningún otro crédito ni haber firmado autorización alguna. Al revisar los documentos, notó que la firma utilizada no coincide con la de su credencial de elector, además de que nunca ha recibido estados de cuenta ni notificaciones sobre la cuenta de inversión en cuestión.
La gestora social Griselda Arreguín, especialista en casos de abuso a adultos mayores, explicó que este caso representa un presunto robo de identidad y usurpación de datos bancarios, y alertó sobre la posibilidad de que se esté cometiendo lavado de dinero utilizando la identidad del cliente.
"Se ha movido alrededor de 375 mil pesos en esa cuenta en el último año. El dinero cae en la cuenta de nómina del cliente y de ahí es transferido automáticamente a una cuenta de inversión creada por el propio ejecutivo, sin consentimiento del titular", detalló Arreguín.
El cliente expresó su temor de que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) pueda sancionarlo por evasión fiscal.
Red de complicidad en BBVA Frontera
Aún más preocupante, el ejecutivo le habría respondido: "No se preocupe, los impuestos de esa cuenta se están pagando puntualmente", lo que implica que se estarían realizando movimientos fiscales en su nombre sin su conocimiento.
Ante las constantes negativas del ejecutivo para entregar documentos, estados de cuenta o información detallada, el afectado acudió al director de la sucursal.
Según su testimonio, el directivo simplemente respondió: "Haga lo que tenga que hacer, vayan y denuncien", lo que ha generado sospechas de una posible red de complicidad interna dentro del banco.
El caso ya fue elevado a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), donde se recomendó que el afectado interponga una denuncia penal contra el ejecutivo por fraude, usurpación de identidad y posible lavado de dinero.