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Niños autónomos e independientes.

Elisa Zenaida Morales
Por Elisa Zenaida Morales - 03 septiembre, 2021 - 11:28 p.m.
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La autonomía es un valor primordial que debe enseñarse a los niños desde temprana edad ya que ayuda a formar niños íntegros y autosuficientes, permitiendo a el niño ser capaz de realizar por sí mismo y sin ayuda de los demás aquellas tareas que son propias para su edad.

Los hábitos que los niños adquieren con la autonomía les permitirán ser independientes, responsables, organizados y les otorgara de la iniciativa necesaria para ir desarrollando su aprendizaje y lograr una mayor relación con los demás.  La adquisición de estos hábitos le proporcionara al niño mayor autonomía, disminuyendo la sensación de dependencia hacia sus padres y por lo tanto, pueden enfrentarse de forma exitosa y segura a las exigencias del entorno.

Beneficios de un niño autónomo

-genera confianza en sí mismo.

-eleva la autoestima.

-muestra personalidad madura y positiva.

-Le ayuda a pensar por sí mismo.

-Toma decisiones con facilidad.

-solución de problemas con mucha facilidad.

Los principales hábitos de autonomía son: alimentación, vestido, horarios, higiene (cuidado personal), tareas.

Los hábitos referentes a la relación con los demás, van desde saludar a la gente, saber escuchar, pedir por favor y dar las gracias, respetar turnos, pedir prestadas las cosas, hacer compras, ordenar sus pertenencias, saber hacer llamadas, saber pedir de comer en un restaurant etc.

Consejos para fomentar la autonomía en los niños

Conseguir que el niño sea autónomo es un proceso en donde los padres y educadores deben ser un apoyo y una guía. Y en el que los niños han de sentirse seguros para aprender a tomar decisiones.

-Evitar hacer todo por ellos.

_No aceleremos el ritmo en el desarrollo de su autonomía, todo a su madurez.

- Darle su espacio para ir creciendo en su independencia.

- Hablar con los niños desde el respeto y la empatía es fundamental para enseñarles a ser autónomos.

- Establecer límites y normas.

- Apoyar sus logros y valorar su esfuerzo.

- Darle la oportunidad de practicar su autonomía.

La adecuada adquisición de estos hábitos dota al niño de mayor autonomía, disminuyendo la sensación de dependencia hacia sus padres y por lo tanto, pueden enfrentarse de forma exitosa a las exigencias del entorno.

 Por lo que es importante resaltar que los niños con pocos hábitos de autonomía, generalmente presentan problemas de aprendizaje y de relación con los demás. De ahí la importancia de su desarrollo: normalmente cuando progresan en este aspecto, también lo hacen en su aprendizaje y relación con los demás.

Formar niños autónomos le permitirá enfrentarse paulatinamente a las exigencias de su entorno, no tendrán que recurrir frecuentemente a la ayuda de los adultos, podrán tomar sus propias decisiones y asumir responsabilidades, de esta manera formaremos niños responsables, independientes y seguros de sí mismos.

“El niño genio solo respira libremente en una atmosfera de libertad y buenos hábitos”.

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