“La discriminación nos hace acabar entre nosotros mismos”
En este mundo existe una diversificación de razas con diferentes lenguajes y formas de vivir. Pero el odio, y la ambición nos hace repudiarnos uno a los otros.
La discriminación es la manera en qué se devalúa y se ve diferente al ser humano, con respecto, a su piel, etnia, condición social y formas de ser y de pensamiento.
Este fenómeno Social, prevalece desde épocas pasadas, un ejemplo crucial es Hitler, un militar Austriaco que posteriormente se convierte en presidente de Alemania, su ideología racista era de qué los Nacis (piel blanca y ojos de color,) tenían que mantenerse puros para dominar el mundo.
Posteriormente, en México sub existía el machismo dónde no se le daba participación a la mujer ni en el voto electoral, pues su condición social se restringía a solo ser ama de casa, sumisa a las órdenes del hombre.
La discriminación, aún en la época actual se suscita, el ser humano se cree amo y señor del mundo. Dentro de las clases se da mucho el rechazo a la preferencia de género o en contra parte al status social marcado en el ámbito político, religioso, laboral y educativo.
Psicológicamente el hombre es un disfraz de lo que no es o tiene, su complejo de superioridad es una fachada idealizada de las carencias del ser y pertenecer y para llegar a este nivel no le importa pisotear, denigrar o incurrir en la integridad de su propia raza, cuando la realidad es qué simplemente todos somos iguales.
¿De quién es la culpa de qué haya discriminación en todos los ámbitos? De todos, pues no somos capaces de aceptarnos tal y como somos, aún en las clases sociales bajas.
Entendamos, no es superior el que tiene más o ejerce poder, nadie es superior ni inferior, todos somos diferentes en la forma de vivir pero iguales como seres pensantes y con razocinio.
Volvamos a nuestro origen, dónde la unidad de las masas hace el desarrollo de la vida humana, nada eres, nada te llevarás.
Lic. Sergio Canizalez Ibarra psicólogo, citas previas al WhatsApp 8662394782.
