Sabemos que todos los valores son sumamente importantes en la Educación de los niños por lo que hoy nos queremos enfocar en uno principal. “La Obediencia”.
La Obediencia es una actitud positiva, responsable de colaboración y participación, importante para las buenas relaciones y la convivencia de todo ser, pero enseñar a ser obediente a nuestro niño requiere su tiempo, paciencia y buenos ejemplos. La obediencia es algo que se va trabajando paulatinamente con perseverancia y entusiasmo en los niños, ya que ellos tienen su propia personalidad y van desafiando sus límites por medio de la desobediencia y caprichos.
La Obediencia es algo que todos los días transmitimos a nuestros hijos con nuestras propias acciones y actitudes, enseñándoles que lo que debo hacer es por mi propio bien y para mi beneficio, al mismo tiempo hacerlos respetar las normas, órdenes y reglas de una manera positiva y disciplinada, siendo claras y racionales para su edad.
La obediencia es un comportamiento que nos enseña a escuchar a los demás, a tener en cuenta a otras personas y a convivir en un mundo real.
En definitiva, permite la integración social de las relaciones humanas. La Obediencia no debe de ir de la mano de la violencia ni del miedo.
El niño puede aprender hacer obediente:
-teniendo reglas y seguimientos en casa.
-Sintiendo la aprobación de los padres cuando es obediente.
-Teniendo claras sus obligaciones y deberes.
-Sabiendo el por qué y valor de cada orden.
-Conociendo las consecuencias de las ordenes establecidas.
-Sabiendo que es lo que sus padres y educadores esperan de ellos.
-Cuando se les demuestra que con la desobediencia no conseguirá lo que quiere.
-No ceder a los caprichos y faltas de las normas ya establecidas.
“El estímulo y comunicación que tenga el niño de parte de los padres y educadores es muy considerable para ir creciendo con amor en la obediencia”.
“Educar es dejar huella en el corazón de los niños”