El expresidente Donald Trump negó categóricamente haber iniciado negociaciones con Irán tras el reciente alto al fuego con Israel, asegurando que "no está hablando ni ofreciendo nada" a Teherán. Trump reafirmó su postura en torno al conflicto con Irán, indicando que las capacidades nucleares de ese país fueron "totalmente obliteradas" .
En un comunicado público afirmó que no está haciendo concesiones y criticó las especulaciones sobre conversaciones diplomáticas encubiertas. También cuestionó la postura de su predecesor al comparear su enfoque con el polémico acuerdo nuclear de 2015, que según Trump favoreció significativamente a Irán .
Estas declaraciones ocurren mientras el viceministro de Exteriores iraní exige que EE. UU. descarte la opción de nuevos ataques antes de considerar cualquier reinicio de diálogos sobre su programa nuclear. La tensión diplomática persiste: Irán mantiene la necesidad de garantías y la negación de agresiones previas antes de regresar a la mesa de negociación.
La postura de Trump ha generado rechazo entre analistas por su tono belicista. Ha advertido que, de reactivarse el programa nuclear iraní, Estados Unidos podría retomar las operaciones militares. El contexto regional continúa siendo frágil, mientras Israel se prepara para más ataques si Irán no cede .
Trump también subrayó que EE. UU. "no ofrece nada a Irán", desmarcándose de cualquier tipo de asistencia o negociación indirecta, y reiteró que las recientes ofensivas destruyeron tres instalaciones nucleares iraníes, según su versión, argumentando que el país no recibiría beneficios por parte de su administración.
Con este mensaje, Trump refuerza su enfoque de mano dura, rechaza diálogos condicionales e impulsa una narrativa de fuerza estratégica. Mientras tanto, Irán mantiene su reclamo de garantías claras y el levantamiento de amenazas militares antes de considerar una salida diplomática.
