La catalana Ivet Playà ha reabierto la polémica al arremeter nuevamente contra el cantante Alejandro Sanz, afirmando que su vínculo íntimo "pasó los límites morales". En una explosiva entrevista en el programa ¡De Viernes!, Ivet detalló que lo que comenzó como una admiración adolescente se tornó en un "vínculo sexual" que terminó marcando su vida emocional.
Durante la emisión, Ivet aseguró que su relación con Sanz, empezó cuando ella era una fan a los 16 años y continuó con encuentros íntimos tras un acercamiento gradual. "Mi vínculo se convirtió en sexual" declaró, y agregó que él se comportó de forma que la hizo sentirse "engañada, utilizada y humillada". Intentando expresar que no había delitos, sí denunció que las emociones eran reales: "No fueron delitos, fueron emociones".
La situación escaló cuando Ivet acusó a Sanz de haber "cruzado límites morales" y señaló que su caso no era aislado: "No son una, ni dos... lo define como depredador sexual", acusó. Entonces, los conductores del programa interrumpieron la entrevista y le pidieron abandonar el plató, afirmando que esas declaraciones deberían canalizarse mediante vías legales, no televisivas .
Sanz, por su parte, no entró directamente en el nuevo episodio. A través de su cuenta en X, agradeció el respaldo de sus seguidores:
"Gracias a tod@s los que me habéis apoyado estos días... Gracias desde el fondo de mi corazón. Eso no lo olvidaré jamás. Os amo."
Cabe señalar que en una pista anterior, Sanz ya había respondido, defendiendo el vínculo como entre "adultos libres que compartían cariño" y negando haber incurrido en conductas inapropiadas, incluso desmintiendo supuestos chantajes o ayudas financieras solicitadas por Ivet.
El impacto mediático del caso ha dividido a la opinión pública: unos exigen que Ivet aporte pruebas y denuncie legalmente, otros defienden su derecho a denunciar conductas emocionales dañinas. La discusión ha abierto el debate sobre dinámicas de poder en las relaciones entre ídolos y seguidores.