SALTILLO, COAH. - En el sur poniente del valle de la ciudad ya no soportan los malos olores que emanan de la presa de gaviones "Nazario Ortiz Garza", cuyo lecho ha sido contaminado con aguas negras provenientes de sectores habitacionales ubicados aguas arriba.
Este embalse, en cuyo cauce desembocan los arroyos "El Mimbre" y "El Pueblo", hace años que está azolvado y en sus aguas de color turbio ya no habita la fauna silvestre que en sus mejores épocas había convertido a esta presa en un oasis.
Vecinos de las colonias Huertas de Puente Morano, Diana Laura Riojas, San Nicolás de los Berros, Rincón de los Pastores y Mario Ortiz, se quejaron de los olores nauseabundos que, durante el día, y aun en la madrugada, invaden el ambiente en esta parte de la ciudad.
De acuerdo con información de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS), en esta presa se ha detectado la descarga de aguas residuales domiciliarias y basura que son vertidas desde las colonias cercanas al Cañón de San Lorenzo, en los citados afluentes, y van a dar hasta el álveo de la presa, localizado muy cerca de "Los Álamos", la antigua propiedad del ilustre político y empresario coahuilense, Nazario Ortiz.
"Está azolvada y ya necesita mantenimiento", dijo una fuente de la CEAS que prefirió mantenerse en el anonimato por no estar autorizada para dar entrevista con motivo de la veda electoral, y señaló que su reparación y rescate corresponde al Ayuntamiento local y a Aguas de Saltillo.
A la presa, que fue construida durante la administración del entonces alcalde Óscar Pimentel González, hoy secretario de gobierno, con la finalidad de controlar las avenidas y favorecer la infiltración del agua al subsuelo, ya no vienen las manadas de patos y otras aves que antaño se avistaban en este lugar.
Y de aquel sitio de recreo para las familias, solo queda un enorme charco de soquete hediondo y revuelto.
Cabe señalar que en la colonia Hacienda Narro, situada muy cerca de la presa, existe un planta tratadora de aguas negras propiedad de la Constructora Davisa, cuyos líquidos son arrojados al arroyo por un canal de concreto, sin que de ninguna manera sean aprovechados para uso industrial o riego de jardines.
